Movilidad

Optimiza el riesgo de tus entregas

Contexto

Los riesgos que corren las nuevas grandes empresas de servicios de movilidad son multifactoriales y reflejan la multiplicidad de elementos en juego durante su proceso productivo. Por ejemplo, el robo de producto a entregarse por un repartidor puede sumarse al robo del vehículo utilizado para su transporte, como también el robo de pertenencias personales y todos los temas que conlleva la ciberseguridad financiera. Sin embargo, muchos de estos riesgos se comparten con empresas de distribución, ya sean primarias o secundarias. En ese sentido, pudieran aplicarse muchas de las mismas medidas de optimización de los recursos de seguridad corporativa ofrecidos por Aleph.

Pero existe una gran diferencia entre las empresas de movilidad y las de distribución es la traza de sus rutas: una empresa de distribución tiene puntos de venta y de entrega fijos geográfica y muchas veces temporalmente, mientras que una empresa de movilidad depende de servicios circunstanciales demandados por sus clientes. Un servicio de transporte particular a veces es llamado de madrugada de un límite de una ciudad a otro, mientras que un repartidor de bienes de consumo tiene horarios de mucha ocupación y otros relativamente tranquilos.

Además, si bien el contacto directo entre el cliente y el ofertante del servicio debería de ofrecer una capa de protección para ambos al cruzar sus datos personales, la realidad es que la proximidad ha generado una nueva gama de modus operandi para eventos delictivos: en el último año y medio ha habido un incremento de 700% en el levantamiento de carpetas de investigación por robo al sector, 20% de ellos con violencia. Sumado a esto, en las redes se encuentran incontables testimonios de repartidores que, si bien no son víctimas directas del delito, entregan los productos al cliente y no reciben ningún pago.

Problema

La indeterminación de estos patrones de comportamiento ha hecho que algunas empresas de movilidad tomen la decisión más sencilla, pero económicamente devastadora, para proteger a sus intermediarios: crear zonas de bloqueo de forma empírica. Es decir: si se corre la voz entre los prestadores de servicio de que una zona de la ciudad en específico es peligrosa, se evita a toda costa dar y ofrecer servicios ahí.

Esto tiene algo de sentido, pues sabemos, gracias a la base de datos de incidentes delictivos georreferenciados más grande de México, a través de la Consola de Riesgo de Aleph, que el 5% del territorio representa, para las empresas, de 80 a 90% de su incidencia delictiva.

Solución

Sin embargo, nuestro Motor de Inteligencia Predictiva ayudó a un Cliente de la categoría a sofisticar enormemente su estrategia de prevención: más que una alcaldía o zonas enteras, se pudo determinar qué colonias, calles o manzanas en específico mostraban mayores riesgos, además de las horas y días en las que estos actos delictivos eran más frecuentes.

De esta forma, las limitantes a la operación previamente determinadas por el Cliente se redujeron sensiblemente, aumentando el número de transacciones en la zona. Además, las nuevas estrategias de prevención, informadas por nuestro Índice, también redujeron de forma importante el número de incidentes reportados por sus intermediarios.

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