¿Qué impacto tiene el transporte público sobre la incidencia delictiva?
De acuerdo a la Teoría de Actividades Rutinarias, los patrones geográficos y temporales de
las actividades diarias de una sociedad tienen un rol determinante en posibilitar la
oportunidad de cometer delitos. Teniendo esta premisa en mente, nuestro equipo de analísis,
liderado por el Dr. Rafael Prieto, decidió explorar qué efecto tiene la presencia de una
estación de transporte público sobre la incidencia delictiva de la Ciudad de México,
utilizando datos georeferenciados de carpetas judiciales de la Procuraduría General de la
CDMX así como datos de Aleph.
Como se puede ver en la figura a continuación, múltiples estaciones de transporte público
coinciden con zonas de mayor densidad delictiva.

Sin embargo, además de poder mostrar visualmente esta correlación, nos interesaba poder ver
exactamente qué efecto tenía la presencia en una estación de transporte público. Por tanto,
medimos la distancia entre cada delito y su estación de transporte público más cercana y
comparamos el promedio de este cálculo contra un conjunto de puntos aleatorios dentro de la
ventana.
Dicho análisis dio como resultado que la distancia promedio de un delito a su estación de
transporte público más cercana es de 320 metros, pero un punto aleatorio está a 480 metros.
Es decir, una estación “acerca” el delito casi 160 metros.

La Teoría de Actividades Rutinarias argumenta que para que se cometa un delito se tienen que cumplir las siguientes tres condiciones: a) un criminal motivado a cometer un delito, b) una víctima propicia y c) una falta de un guardian u obstáculo para el delincuente. En este sentido, es preciso notar que las estaciones aglomeran a muchas víctimas posibles, tan solo en virtud de número de usuarios que tienen. Por otra parte, el transporte público masivo ofrece rutas de llegada y de escape al lugar de un delito, por lo cual generan características delictivas muy diferentes a otras zonas.